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Tipografía

Espectro Autista

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El autismo es una condición de la primera infancia, las características se observan antes de los 3 años y son evidentes antes de los 6 en mujeres y hombres hablantes y no hablantes.

El autismo en la primera infancia, no pasa desapercibido.

Para considerar a una persona dentro del espectro autista se deben observar características en los siguientes cinco grupos:

1. En la socialización. Podemos encontrar personas a las que no les interese socializar, específicamente con sus pares, prefiriendo estar solos; otras personas que se acerquen a observar lo que hacen los demás sin interactuar con ellos y otros que busquen socializar presentando dificultades para entender las reglas y procesos de la convivencia social.  

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2. En la comunicación.  Encontramos personas que nunca han hablado;  que hablaron y dejaron de hacerlo, que dicen algunas palabras sueltas y quienes pueden establecer una comunicación recíproca de ida y vuelta. Se observan características específicas como lo serían: el uso instrumental del otro (tomar la mano del adulto y llevarlo a lo que necesita), ecolalia (repetir lo que escuchan), inversión pronominal (hablar en tercera persona) y el uso de palabras muy formales para su edad.​

3. En el uso de los objetos.  Hay personas dentro del espectro que no juegan con los juguetes de manera convencional; que les llaman la atención partes de los objetos o  juguetes que hacen ruido o tienen colores llamativos; algunas personas dentro del espectro pueden llegar a utilizar los juguetes de manera convencional. Encontramos personas dentro del espectro que no realizan juego simbólico y otros que pueden llegar a presentarlo.

 

4. En los procesos de pensamiento. Se observan peculiaridades en la interpretación de situaciones sociales que supondrían fallas en la empatía, sin embargo no es así. Las personas dentro del espectro tienen una forma diferente de expresar empatía por los otros y/o por situaciones específicas.

5. En la integración sensorial. Le molestan los ruidos llegándose a tapar los oídos. No tolera el contacto de ciertas texturas (etiquetas de playeras, zapatos). No come de todo o es muy repetitivo en su alimentación. Corre de un lado a otro, sube y baja escaleras. Mueve las manos como aleteando.  Resiste el dolor más que otros niños. No duerme, duerme poco o se le dificulta conciliar el sueño.

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